El día 1 de
julio de 1941, la cadena de TV norteamericana WNBT comenzó a emitir el partido
de béisbol que enfrentaba a los Brooklyn Dodgers contra los Philadelphia
Phillies. Eran las 2:30 h. de la madrugada, cuando en la esquina inferior
derecha, en un pequeño recuadro, apareció durante diez segundos un cartel que
anunciaba los relojes Bulova, con una voz en off que leía el anuncio. Aquella
brevísima aparición se convirtió en el primer anuncio de televisión de la
historia. 9 dólares fue el coste de aquel anuncio, de los cuales 4 fueron por
la publicación y 5 por utilizar las instalaciones.
En España, la primera emisión de Televisión Española viene dada de la mano de personajes como: Laura Valenzuela, José Manuel Alonso Ibarrola y sobre todo Pedro Amalio López que fue el que realizó aquella primera emisión que se remonta al 28 de octubre de 1956. De esta manera vemos que la televisión se creo en USA y por eso podemos considerar el primer anuncio de la historia como el primer spot de la historia. Tanto en España como en Estados unidos, es al principio sólo una imagen fija con una voz en off en la que solo se escuchó:
En España, la primera emisión de Televisión Española viene dada de la mano de personajes como: Laura Valenzuela, José Manuel Alonso Ibarrola y sobre todo Pedro Amalio López que fue el que realizó aquella primera emisión que se remonta al 28 de octubre de 1956. De esta manera vemos que la televisión se creo en USA y por eso podemos considerar el primer anuncio de la historia como el primer spot de la historia. Tanto en España como en Estados unidos, es al principio sólo una imagen fija con una voz en off en la que solo se escuchó:
"America runs on Bulova time."
Poco menos
de un año después, en 1957, el poco público que podía presumir de tener un
televisor en casa pudo asistir al mensaje que en vivo y en directo emitía
cierta persona, y de esta manera era el comienzo del primer anuncio de la
historia de la televisión española:
“Distinguido público, les hablo en nombre de la marca Freemotor, concesionaria en España de licencias Westinghouse. Pero no se preocupen, no les voy a contar las excelencias del refrigerador Super 57 o de la lavadora Launtromat porque de todos son conocidas, sólo quiero ofrecerles un grato espectáculo”
“Distinguido público, les hablo en nombre de la marca Freemotor, concesionaria en España de licencias Westinghouse. Pero no se preocupen, no les voy a contar las excelencias del refrigerador Super 57 o de la lavadora Launtromat porque de todos son conocidas, sólo quiero ofrecerles un grato espectáculo”
Podríamos
empezar contando esa historia por el principio, por la crónica de aquel domingo
28 de octubre de 1956. Por ese año, llegó casi sin avisar, como disimulando, un
nuevo electrodoméstico que pronto se iba a convertir en el rey de la casa: el
televisor.
El 28 de octubre, la señal que se emitía desde el Paseo de la
Habana, en Madrid, sólo llegó a 600 aparatos de televisión. No había más. Hoy,
medio siglo después, hay en España 27 millones de televisores.
Aquella televisión en blanco y negro forma parte, para lo bueno y
para lo malo, de la educación sentimental de todos los españoles. Con ella
hemos crecido, nos hemos reído, hemos llorado... Y la televisión de hoy, la que
se emite en formato digital, la que se asoma a las casas desde la pantalla de
un ordenador, o la que pronto se podrá ver en los teléfonos móviles, forma
parte también de nuestro futuro.
Siempre
se recordará esa ayuda de Laura Valenzuela, Pedro Amalio López y de José Manuel
Alonso Ibarrola, un experto en Televisión que ha estado desde el principio ya
que fue uno de los pocos españoles que vieron aquella primera emisión. De la
mano de estas personas, surge una nueva era, una nueva vida que cada año irá
evolucionando de manera rapidísima hasta el punto en que genere un necesidad en
las personas. Son estas personas las que siempre se recordaran en la historia
de la televisión española, personas que han estado al pie del cañón desde que
se creó la televisión en España y han ido evolucionando a medida que ha
evolucionado dicha televisión.
“Aquella
primera emisión oficial de TVE, el domingo 28 de octubre de 1956, fue un
sufrir”. "No salía nada bien, pero nada, nada, nada..." recordaba Pedro
Amalio López en una entrevista que
le hicieron.
"Llegaron
tarde los micrófonos, el discursito inaugural lo tuvo que repetir el ministro cuatro veces...
había muchos nervios, estábamos muy poco preparados y fuimos de error en
error". Nos hace ver que en algún momento de la historia se ha debido
cruzar una errata, porque en realidad el documental era de tema religioso y no
bélico como se puede escuchar de ciertas personas.
“Apenas
había 600 televisores en España y todos ellos en Madrid. Pero logramos
localizar a uno de aquellos primeros y atónitos teleespectadores: José Manuel
Alonso Ibarrola, entonces jovencísimo estudiante de la escuela de periodismo.”
Explicaba Pedro. A partir de ahí se ha desatado una nueva era: la tecnología
publicitaria.
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